La palabra creyón no aparece en el diccionario. Ni en el Pequeño Larousse Ilustrado, ni en el Diccionario Enciclopédico Universal, ni en el de la Real Academia. En ningún diccionario de mi casa aparece la palabra creyón. Según el diccionario, los creyones no existen. Tampoco existen los creyones de cera, claro, porque son creyones. El mundo del diccionario es un mundo triste, un mundo sin creyones. ¿Con qué se colorea, entonces, en el mundo del diccionario? ¿O no se colorea? En el mundo del diccionario todos los dibujos deben ser en blanco y negro. El mundo del diccionario es un mundo triste.

jueves, 12 de abril de 2007

La Señora María

Ay, aquí no hay ni un radiecito, ¿verdad?, pa escuchar música. ¿Y qué música le gusta a usted, Señora María? La colombiana, pues; vallenato, así. Ah... ¿Y de qué parte de Colombia es que es usted? De Antioquia, de un pueblo que se llama Libertad cerca de Medellín. Pero lo que pasa es que ahí no se podía estar. Ahí mandaban los paracos, aunque ahora y que ya no hay más paracos, y que los sacaron de ahí. Menos mal, porque eso era horrible, esa gente era mala ¿oyó?... Una vez mi pueblo mató un paraco. Mire, lo arrastraron, lo llevaron pal arroyo y le dieron palo y palo y ahí lo dejaron. Uno vivía asustado, por eso me vine. Aunque yo no me hubiera venido, esa fue una prima mía que me convenció. Entramos caminando por la frontera y nos quedamos a vivir en Maracaibo. Pero allá en Maracaibo pagan muy barato y yo me vine pa Caracas. ¿Eso fue cuándo? Eso fue como en el sesenta y... cuatro, sesentisiete, ya ni me acuerdo, jeje. Pero qué va, ya aquí ya no se vive bien, como antes. Ya a uno no le alcanza la plata pa nada. Mire, cuando yo llegué el bolívar estaba a dieciocho pesos; ahorita en la frontera está a cero ochenta. No, ahora no, qué va. Además yo ya estoy muy vieja pa andar trabajando tanto. Por allá un vecino se ganó la Papaya: veinticinco millones y una camioneta. Agarró y vendió la camioneta y está construyendo una casa pa él y pa su mamá por allá por Santa Lucía. ¡No!, me ganara yo esos reales y me fuera pa Colombia; ¿qué voy a hacer construyendo casa? No, mijo.
Yo como que me voy a jugar la Papaya. ¿Se imagina, que me gane veinticinco millones? Si me gano esos reales, ahí sí es verdad, listo, ¡se fue María!

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